martes, 16 de agosto de 2011

Peregrinos y voluntarios de la JMJ se van con un buen sabor de boca


Los voluntarios y peregrinos polacos que han pasado estos días de Diócesis en Manzanares se van a Madrid muy contentos, asegura Madre María. Han conocido más a fondo la localidad y la cultura de nuestro país y ahora esperan pasar unos días muy especiales en la Jornada Mundial de la Juventud donde se reunirán con otros jóvenes de todo el mundo para recibir la visita del Pontífice.

Madre María, una de las coordinadora de esta Jornada Mundial de la Juventud en Manzanares, valoraba muy positivamente estos días de Diócesis en Manzanares. Los peregrinos Polacos que se alojaron con familias manzanareñas “se han ido con muy buen sabor de boca”, asegura.

Del mismo modo, Vicente Dongo, uno de los voluntarios de esta Jornada, decía que sabían que ellos no entendían nada de español “pero que cuando llegaron se dieron cuenta que tampoco sabían inglés y pensaron que la comunicación iba a ser difícil”, pero al despedirse de ellos entre lágrimas, se dieron cuenta que no solo se pueden comunicar con el habla y que han creado unos vínculos muy fuertes.

La coordinadora de la actividad comenta que lo que más les ha gustado a los peregrinos polacos ha sido la comida compartida, el pasado sábado por la mañana, en FERCAM, la visita al campanario de la localidad y en general todo el paseo por los lugares más emblemáticos de la ciudad.

La guinda final a esta visita por tierras manchegas la puso la misa ofrecida en la Sierra de los Molinos de Campo de Criptana oficiada por el Obispo de Ciudad Real, Antonio Algora, con una afluencia enorme de público. Esta misa, según Madre María “fue muy emocionante para todos ya que estábamos todos juntos”. También la coordinadora de la actividad quiso dar las gracias a todos los que les han ayudado a que esta visita sea posible.

Antonio López de la Manzanara, alcalde de la localidad aseguraba en la recepción, que los visitantes son 50 peregrinos polacos más 6 sacerdotes y en la Parroquia de Altagracia más de una veintena de peregrinos venezolanos. Se ha tratado que estén “de dos en dos alojados con las familias para que no se sintieran solos o desarropados”, explicaba López de la Manzanara.

Del mismo modo la recepción que tuvieron los peregrinos polacos por los voluntarios manzanareños gustó mucho a todos ellos. “La ciudad es maravillosa, en España se está muy bien”, aseguraba Paulina, una de las peregrinas polacas hospedada en una de las casas de las 25 familias que han acogido estas semanas a los peregrinos extranjeros de la JMJ.

Del mismo modo, lo que más les ha gustado, según Paulina es la Iglesia de La Asunción de Nuestra Señora. De esta JMJ esperan que se van a “realizar muchas actividades, va a ser la oportunidad de conocer a mucha gente”, añadía la peregrina polaca.

El padre Edmundo, coordinador de los peregrinos polacos aseguraba en la recepción del pasado jueves 11 de agosto que esperan “fortalecer la fe de todo el mundo ya que es el objetivo de esta jornada”, del mismo modo añade el organizador que Manzanares y España “les parece muy bonito y precioso”.

López de la Manzanara, comentaba que ellos no son “los responsables ni los organizadores como Ayuntamiento, si no que están apoyando a la Parroquia de la Asunción con todos los medios posibles para que las cosas salgan bien”, estas ayudas son movilidad, ayuda en aparcamientos y acompañarlos institucionalemente.


López de la Manzanara explicaba que estas actividades enriquecen a la ciudad culturalmente por el conocimiento entre los países y se fomenta la interculturalidad y “más en este nexo de la Iglesia Católica”.

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