“Boakchip” es una actividad organizada por el Área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Manzanares, a través de la Asociación Juvenil “ Talayot” para los niños y niñas de la localidad. Gimgkanas, excursiones al parque de bomberos, a la piscina o maratones fotográficos son algunas de las actividades que se realizan en este campamento de verano, que tiene su sede en el colegio público Altagracia.
Más de 80 niños disfrutan del campamento de verano Boakchip que realiza la Asociación juvenil Talayot. “Este año es diferente porque hemos desarrollado los talleres en función de los valores como la comunicación verbal y no verbal”, explica Álvaro Cuartero, uno de los organizadores y monitores de esta actividad.
Los niños aprenden a administrarse el tiempo en actividades como la gymkana, donde en cada estación de ésta los niños tienen que realizar una prueba, la que si finalizan con éxito consiguen un objeto como por ejemplo un pompom, un palo de fregona o pinturas para luego hacer otras actividades con esos objetos. Allí los niños “planifican el tiempo que necesitan para cada prueba según la dificultad y el tiempo”, añade Cuartero.
El horario de Boakchip es todos los días de 10:00 a 11:30 horas y de 12:00 a 13:30 horas en el Colegio Altagracia. En esos grupos los niños están repartidos en dos turnos tanto los mayores como los pequeños.
Las actividades que realizan fuera del centro escolar son excursiones a lugares emblemáticos o típicos que puedan llamar la atención a los más pequeños, como una visita al Parque de Bomberos de Manzanares, un paseo por el Parque del Polígono, una excursión a la Piscina Municipal y por supuesto las acampadas finales que realizan en el Recinto ferial FERCAM.
Todas estas actividades están vigiladas y controladas por los voluntarios y monitores, Nuria Calero, presidenta de la asociación Talayot explica que hay “dos monitores por cada clase y están 16 en total y todos tienen el título de monitor”. Este año han entrado entre 30 y 40 voluntarios nuevos en la Asociación con todas las ganas de ayudar. Estos chicos velan por la seguridad de los participantes cuando se van de excursión y en las mismas actividades dentro del colegio.
Del mismo modo, este tipo de actividades “supone una ayuda para los padres, aunque los horarios no ocupan toda la mañana”, explica Calero al referirse a la ayuda que supone para los padres que trabajan estos campamentos de verano ya que ocupan parte del tiempo libre que tienen los niños en vacaciones. Aunque solo sea una hora y media después, algunos de estos chicos, “van a clases de natación o hacen otras actividades y cubren su tiempo libre”, asegura.
El Ayuntamiento de Manzanares, organizador de la actividad, ayuda económicamente en su desarrollo. “Además, los operarios aportan todo lo que pueden cuando los niños salen de excursión o les facilitan todo lo necesario”, asegura la presidenta de la Asociación.
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