Los peregrinos y voluntarios manzanareños, que se desplazaron a Madrid con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud despidieron al Santo Padre en el aeródromo de Cuatro Vientos entre el resto de fieles. Los peregrinos celebraron la vigilia “pasada por agua” y se convirtió en toda una aventura.
La visita del Pontífice a la capital con motivo de la JMJ no ha dejado indiferente a los manzanareños. Un grupo numeroso de jóvenes de la localidad se desplazó el pasado miércoles a Madrid para celebrar la Jornada Mundial de la Juventud.
Entre ellos se podían encontrar fieles de las dos parroquias “Nuestra Señora de la Asunción” y “Altagracia”, que anteriormente habían acogido a peregrinos de otras nacionalidades.
Al llegar a la capital los peregrinos se dirigían al Recinto Ferial IFEMA, donde un grupo de voluntarios preparaba las mochilas del peregrino, en ellas se podía encontrar, la camiseta oficial de la JMJ, un abanico para combatir el calor, un gorro, los distintos libros necesarios para esta jornada, un rosario, una cruz, una cerveza edición especial de la JMJ sin alcohol, entre otras cosas.
El cielo de Madrid estuvo inundado de numerosas banderas de todas las nacionalidades que se izaban en el aire y lo llenaban todo de color. Las canciones también fueron una pieza clave en esta JMJ, los peregrinos además de cantar las típicas canciones que cantan en su parroquia unían sus voces para entonar el ya conocido “esta es la juventud del papa”, “si, si, si el Papa ya está aquí”, “Benedicto, equis, uve, palito”. Al final de la jornada los peregrinos de todas las nacionalidades cantaban las mismas canciones o frases.
La nota negativa de esta JMJ la puso el tiempo. Unos días de abundante calor dieron paso a las típicas tormentas de verano. Por la mañana con el sol cualquier remedio era bueno y voluntarios y bomberos rociaban a los peregrinos con abundante agua para evitar el calor y sobre todo los mareos y las lipotimias.
Al llegar la vigilia del sábado, una tormenta de verano bañó a todos los presentes en Cuatro Vientos. Los peregrinos se refugiaban bajo los sacos de dormir o con las lonas. A pesar del mal tiempo los fieles resistieron hasta el final y pudieron finalizar esta JMJ´11 con la misa de despedida del Santo Padre.
Los peregrinos manzanareños volvieron con un buen sabor de boca y felices de haber vivido esta experiencia.
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