El Ayuntamiento de Manzanares, el SEPECAM, los IES “Sotomayor” y “Azuer” y el Centro de Educación de Personas Adultas San Blas han creado una comisión para prevenir el abandono prematuro de los estudios. Para ello, el consistorio ha contratado a una educadora social que, junto al trabajo que se realiza en los propios centros educativos, contribuirá a que este alumnado consiga una titulación académica. Los primeros resultados están siendo positivos.
Prevenir el abandono prematuro del sistema educativo en Manzanares, con una intervención directa en aquellas edades susceptibles de actuación, como son los últimos años de la Enseñanza Obligatoria (ESO), es uno de los objetivos que lleva a cabo la comisión para prevenir el abandono prematuro de estudios.
Esta comisión, formada por el Ayuntamiento de Manzanares, SEPECAM, los IES “Sotomayor” y “Azuer” y el Centro de Educación de Adultos San Blas, está trabajando para la intervención directa sobre la bolsa de abandono existente en la localidad.
Manuel González, profesor del IES Azuer y promotor del proyecto, dijo que en Manzanares se ha ampliado el radio de acción, considerando abandono entre los 16 a los 24 años “ya que existen personas de estas edades que de otro modo quedarían fuera”. También se ha elaborado un listado de personas susceptibles de recibir medidas de segunda oportunidad.
Junto al trabajo que se está llevando a cabo en los centros educativos, el Ayuntamiento de Manzanares ha contratado a una educadora social para trabajar en este proyecto pionero en la región. La educadora, María José Sanchis, dijo que tras cuatro meses de observación e intervención en el ámbito de absentismo y prevención del abandono escolar en ambos institutos, ha realizado una visión global, obteniendo conclusiones personales.
Señaló que ha realizado actuaciones en la mediación de conflictos entre alumnado. Resaltó que el apoyo emocional “ha sido fundamental para algunos de los casos en los que presentan una complicada situación personal o familiar”. Así, se consigue que el alumnado presente “mayor apego a la figura del Instituto y educador, y con ello un desahogo personal importante y valorado por ellos”, explicó Sanchis.
Con este trabajo se ha producido una mayor información de la situación del alumnado para el profesorado. Cuando un docente conoce la realidad de alguno de sus alumnos, es capaz de comprender mejor su comportamiento, y con ello su intervención será mucho más justificada y razonada que si no tuviese cierta información. “Al tratar constantemente con el alumnado, ha podido detectar la problemática de una forma temprana y actuar o comunicarse con los órganos competentes”, añadió.
Con este proyecto se ha conseguido que no se produzca una desvinculación con el centro educativo en años posteriores, pese a que exista un número elevado de faltas. Esto ocasiona que existan planes de formación por parte de los alumnos para el año siguiente y con ello una prevención del abandono escolar.
Sanchis destaca que otros problemas que ha encontrado han sido la inestabilidad familiar, así como falta de motivación, de elaboración de planes de futuro, de recursos por parte de los padres y carencia de hábitos y normas, entre otros. En total son treinta los jóvenes que se están beneficiando de su trabajo, 15 pertenecientes al IES Azuer y otros 15 del Sotomayor.
Por su parte, Manuel González, insiste en que la prevención se hace desde los centros de Secundaria con distintos planteamientos, pero con el mismo objetivo. “El fracaso escolar no es abandono escolar, pero tiene que mucho que ver”. Dijo que desde los centros de Secundaria su trabajo se centra en aumentar las posibilidades de éxito escolar, ya sea desde el trabajo por ámbito o reducción de la ratio de alumnos por profesor y atención personalizada.
Resalta que el trabajo de los centros, junto al de las educadoras sociales contratadas por el Ayuntamiento, está sirviendo para conseguir objetivos. Apunta que en 2009, de 150 personas inscritas, el listado se redujo a 123. “Intentaremos que ese listado no aumente con las medidas preventivas e iremos reduciéndolo poco a poco, de tal manera que ofrezcamos a este sector de población una titulación para su inserción laboral con más garantías que a esta hora”.
Cabe destacar que el proyecto de prevención de abandono de estudios que se lleva a cabo en Manzanares va a servir de modelo a otros centros educativos de la región.
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