miércoles, 16 de febrero de 2011

Vicente Carrillo visita la Escuela de Música “Guillermo Calero”

La Escuela de Música “Guillermo Calero” de Manzanares acogió la visita de uno de los luthiers más importantes de España, Vicente Carrillo. Este artesano de Casasimarro (Cuenca), Premio Nacional de Artesanía 2010, expuso ante el alumnado y el profesorado una muestra de su gama de guitarras de alta calidad, que incluso pudieron tocar.

Seis generaciones de luthiers en Casasimarro conforman el poso del trabajo artesanal de las guitarras del reconocido Vicente Carrillo, que tiene en su haber el Premio Regional de Artesanía y el Premio Nacional de Artesanía 2010.

El alumnado y profesorado de la Escuela de Música “Guillermo Calero” de Manzanares tuvieron la oportunidad de conocer, este lunes, al luthier, así como de observar e incluso tocar una muestra de la gama de guitarras flamencas y de concierto de alta gama que se realizan en su taller.

Carrillo apunta que el oficio de luthier es completamente desconocido para la gente que no forma parte del mundo de la música. Se trata de un trabajo lento y laborioso, que solo puede aprenderse de padres a hijos, como ha ocurrido en su familia, o trabajando en el taller de un artesano, ya que no existe ninguna escuela donde se enseñe.

Según explicó el artesano, lo más importante para conseguir una buena guitarra, además de la calidad de la madera con la que se realice, es su paciente proceso de construcción, que se prolonga durante cerca de mes y medio. Además, cada guitarra tiene matices particulares que hacen que su sonido sea único.

Conocidos músicos nacionales e internacionales han visitado su taller, llevando el sonido de las guitarras Vicente Carrillo por los escenarios de todo el mundo. Entre sus afamados clientes se encuentran Paco de Lucía, Josemi Carmona de “Ketama”, Tomatito, el Niño Josele, David de María, Alejandro Sanz, David Summers, Mike Oldfield o Keith Richard de “The Rolling Stones”.

Vicente Carrillo suele ser muy conservador con su línea de guitarras, no modificando su color ni su diseño, porque afirma que es como un sello de identidad. Pero en raras ocasiones ha realizado alguna variación por petición expresa de algún guitarrista, como Javier Limón, para quien ha realizado guitarras negras y azules, aunque siempre siguiendo el diseño de las guitarras Vicente Carrillo.

Los alumnos de la Escuela de Música mostraron un gran interés por sus guitarras y pocos se resistieron a interpretar alguna pieza con ellas. Así, Carrillo pudo también comprobar el buen nivel de muchos de ellos y afirmó que en la Escuela “Guillermo Calero”, al igual que ocurre en su taller, también hay “buen material”.

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