lunes, 12 de julio de 2010

Manzanares celebra hasta altas horas el éxito de España en el Mundial de Fútbol




La final del Mundial de Fútbol de Sudáfrica se vivió con pasión en Manzanares. Centenares de aficionados siguieron el partido en la pantalla gigante instalada por el Ayuntamiento en el Parking de FERCAM, donde se produjo un estallido de júbilo cuando Iniesta marcó y sentenció la final tras casi 120 minutos de tensión. Después llegó la fiesta y la locura colectiva en la Plaza de la Constitución hasta altas horas de la madrugada.

¿Cuánto tiempo hemos esperado este momento? Lo que vivimos en la noche del domingo no solo se queda en el fútbol. Los 120 minutos de juego no fueron simplemente pases de balón entre futbolistas y ocasiones de gol en una y otra área. Eran minutos de historia, con todo un país unido en un mismo objetivo y animando a una generación de deportistas que ha hecho posible lo que para la mayoría era un sueño. Fuimos testigos y protagonistas de los sentimientos de todo un país que parecía el eterno resignado a los fracasos mundialistas de nuestro equipo.

En Manzanares, como en todas las ciudades españolas, la final se vivió con gran intensidad, especialmente en el aparcamiento de FERCAM, donde centenares de personas se congregaron ante la pantalla gigante instalada por el Ayuntamiento. Desde una hora antes del partido, los Paseos del Río eran una marea “roja” de gente de todas las edades que, pertrechada con todo tipo de elementos para animar y sofocar el calor, acudieron a vivir juntos esta cita con la historia.

El aparcamiento del recinto ferial congregó a mucha gente unida por un mismo sentimiento. Banderas españolas y camisetas rojas tiñeron las calles de la localidad. Los manzanareños respondieron muy bien a la pantalla gigante, según comentó Fernando Criado, concejal de Deportes, algo muy gratificante por el esfuerzo realizado ya que este tipo de pantallas (de más de cuatro metros de alto y seis de largo) estaban muy solicitadas en toda España y no se consiguió hasta mediodía del viernes.

Se vivieron momentos tensos, pero también emocionantes, como cuando se abrazó la afición manzanareña al escucharse el himno español. Durante el partido, el esférico no entraba en la portería contraria, los pases se hacían eternos, los holandoses cortaban el juego español con dureza, los nervios estaban presentes, y la sombra del fracaso amenazaba con aparecer, sobretodo al final. Pero ahí estaba también la afición de Manzanares, lamentando los fallos, ayudando con el corazón a Casillas a desbaratar las ocasiones de Robben, y a empujar entre todos el balón que le llegó a Iniesta en las postrimerías de la prórroga.

Muchos no creían que podían llegar a ver este momento, pero llegó. En el minuto 116, el albaceteño Andrés Iniesta puso en pie a un país que había soñado con esto ochenta años. La celebración manzanareña se trasladó desde el parking del ferial hasta la Plaza de la Constitución, donde fuimos testigos de la mayor celebración deportiva vivida en esta ciudad. Niños que saltaban de alegría, mayores emocionados por ver algo que han esperado toda su vida y jóvenes, muchos jóvenes, que lo celebraron a lo grande y tendrán la oportunidad de contarles a sus hijos y a sus nietos lo que se vivió en la víspera de la feria de Manzanares.

A pesar de que la fuente de la plaza no funcionó,los vecinos regaron, literalmente, con mangueras, cubos, jarras, etc. a quienes celebraron la primera victoria española en un Mundial de fútbol. Después de lo vivido en el último mes, ojalá no sea la última. De momento habrá que esperar cuatro años. Antes, dentro de dos, España defenderá su título en la Eurocopa y este país volverá a lucir con orgullo y sin prejuicios sus colores.

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