Analizadas las necesidades sanitarias de las personas con discapacidad

VÍDEO: http://www.youtube.com/watch?v=iWHpfLnX5R4

Las personas con discapacidad intelectual y sus familias afrontan una gran cantidad de barreras cuando acceden a los servicios sanitarios. La falta de acceso a estos servicios coloca a este colectivo en serias desventajas sociales, haciéndoles más vulnerables. En una charla informativa, las psicólogas Almudena Martorell y Carolina Cavero ofrecieron consejos a familias de discapacitados a la hora de acudir al médico.

Los actos con motivo del Día del Discapacitado, organizados por el Área de Servicios Sociales en colaboración con la Asociación AFADI, que llevan el lema “Mi integración está en tus manos”, contaron con la organización de una charla sobre “La importancia de la salud en la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual”. Fue inaugurada por la psicóloga, Almudena Martorell, que desarrolla su labor en la fundación madrileña “Carmen Pardo-Valcárcel”.

La psicóloga habló de la labor que la ONG ha realizado en los últimos años, dando a conocer que ésta ha emprendiendo una nueva línea de trabajo, centrada en la investigación de aquellos aspectos que afectan a la salud mental, inclusión laboral y calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual.

Martorell añadió que no se halla, sin embargo, desligada del resto de actividades puestas en práctica por la Fundación, sino que más bien comparte una misma finalidad: la integración social de la personas con discapacidad intelectual.

La conferenciante expuso a las familias congregadas la realidad en porcentajes de enfermedades o problemas mentales que sufre este colectivo. Presentó datos de estudios internacionales y resultados obtenidos en la Fundación, cifras que reflejan que alrededor del 50% de personas con discapacidad han tenido o tienen alguna enfermedad mental a lo largo de su vida.

Este alto porcentaje, se explica por factores psicosociales como, por ejemplo, tener menos opción de elegir dónde vivir, con quién o qué actividad hacer. Todos estos aspectos, según la psicóloga, hacen que la persona con discapacidad más vulnerable a depresiones, esquizofrenia o a sufrir ansiedad.

También expuso datos que reflejan que las personas con discapacidad mental tienen asociadas más enfermedades y “que son el colectivo que menos visita al médico, que menos acude a consulta, que con menos frecuencia se realiza análisis, controles preventivos y que acude poco a profesionales como odontólogos, ginecólogos u oftalmólogos.”

A continuación, Carolina Cavero, psicóloga del SAF Valdepeñas, basándose en la guía que publicó la Comunidad de Madrid sobre las necesidades sanitarias de las personas con discapacidad intelectual y sus familias, explicó que con ella se facilita al acceso a los servicios sanitarios, porque en muchas ocasiones “la discapacidad intelectual se ve como un enfermedad”.

Hizo hincapié en los problemas de salud, que suelen ser comunes en este colectivo. Dijo que con los niños se deben seguir las campañas de vacunación y con los adultos asegurarse de que siguen las mimas campañas. Recomendó para las personas que viven en comunidad vacunación para la gripe y la neumonía en los más vulnerables, como ancianos y niños.

Además, muchas personas con discapacidad intelectual tienen problemas dentales, debiendo acudir al dentista por los menos una vez al año. Recomendó a los padres que ayuden a sus hijos a que tengan hábitos de higiene dental y de nutrición adecuados, no olvidando las revisiones periódicas de visión y audición.

Cavero recomendó no esperar a que las personas con discapacidad se encuentren enfermas, ya que es mejor acudir a la consulta del médico con cierta regularidad, para prevenir y evitar la aparición de enfermedades. Del mismo modo, se familiarizarán con el Centro de salud y con el personal sanitario.

También la psicóloga del SAF Valdepeñas aconsejó, que cuando se acompañe a una persona con discapacidad intelectual al médico, debe ser el mediador, pero solo en caso necesario, ya que se debe evitar responder al profesional sanitario si la persona discapacitada puede responder por si misma.