jueves, 4 de agosto de 2011

Brazal insiste en la importancia de protegerse contra los rayos del sol


Durante las vacaciones estivales son muchas las personas que pretenden conseguir un bronceado idóneo, pero la exposición continuada al sol puede provocar quemaduras, cáncer o envejecimiento de la piel. Para tomar el sol sin peligro, la farmacéutica manzanareña Maria Elena Brazal ofrece una serie de recomendaciones, como evitar tomarlo de 12.00 a 16.00 horas, estar bien hidratados y protegerse de la exposición directa.

Se ha avanzado mucho en el conocimiento de la protección solar, pero la Consejería de Sanidad recomienda a las farmacias castellano-manchegas que informen a la población de los correctos hábitos para tomar el sol de forma saludable. Según la farmacéutica, María Elena Brazal, el sol tiene efectos beneficiosos para el organismo, como la formación de vitamina D, que interviene en la fijación del calcio en los huesos, pero si no se toma con responsabilidad puede producir daños estéticos, como manchas o arrugas, y daños para la salud, como alergias solares, melanoma o cáncer.

En referencia a los fotoprotectores, Brazal señala que todos llevan un número, que es el indicador del factor de protección solar (en numero) frente a los UVA, UVB, IR. Éstos han de ser estables frente a la humedad, las altas temperaturas, la luz extrema, y compatible con el PH de la piel.

Brazal insiste que debe aplicarse el bronceador antes de la exposición solar y en cantidad suficiente. Para mantener la protección, debe repetir con frecuencia la aplicación del producto, especialmente tras transpirar, bañarse o secarse y evitar el contacto con ojos y mucosas. Cuando no se estén utilizando, los frascos deben estar perfectamente cerrados.

Entre las múltiples recomendaciones que ofrece Maria Elena Brazal destaca la insistencia de que los padres y madres tengan precaución con los niños, evitando que tomen el sol de forma directa hasta cumplidos los tres años y siempre deben de estar protegidos con un gorro y prendas de fibra natural. También las mujeres embarazadas debido a su aumento de estrógenos, que puede dar lugar a manchas en la piel.

Otro aspecto destacado por la farmacéutica manzanareña es que la piel tiene memoria. Con la primera exposición al sol ya empieza el deterioro de la piel. Y como ésta tiene memoria, señala que los efectos de la radiación recibida a lo largo de nuestra vida se acumulan. De esta forma, a mayor dosis de radiación solar recibida durante la infancia, mayor es el riesgo de padecer cáncer de piel en la edad adulta.

La farmacéutica insiste en que no solo hay que proteger la piel, también el pelo, con barreras físicas como sombreros, y utilizar un buen champú hidratante en el verano junto con el uso de mascarillas.

Tomar el sol de forma progresiva, aplicar la crema protectora más adecuada para cada tipo de piel, evitar tomar el sol entre las 12.00 y las 16.00 horas y no hacerlo con perfume, maquillaje o si toma algún medicamento, utilizar sombrero y gafas, proteger los ojos y los labios, beber agua con regularidad, comer de forma variada y equilibrada, y ducharse después del baño de sol son las recomendaciones finales que ofrece la farmacéutica Maria Elena Brazal

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