La trigésimo séptima edición del FITC “Lazarillo” llegó a su fin con “Bufonadas”, de la compañía Kamaru, un divertido y llamativo pasacalle que despertó gran expectación entre el público manzanareño de todas las edades. La organización valora con satisfacción la programación en su conjunto y el cambio de fecha, aunque reconoce desaciertos en la distribución de los horarios que mermaron la asistencia del público.
La última jornada del FITC “Lazarillo” 2011 contó con la puesta en escena de dos espectáculos dirigidos al público de todas las edades. El primero tuvo lugar a las 19 horas en el Gran Teatro, a cargo de la compañía Teatro Saltajaras que puso en escena “Estropajos y la bruja piruja”, un espectáculo de títeres en el que sus protagonistas son los duendes, las hadas, los ogros, los seres de la noche y los niños. Todos ellos conviven en paz y armonía hasta que un suceso inesperado cambia las vidas de los habitantes del Reino “Azul Clarito”.
Por la noche, la Compañía Kamaru Teatro puso el broche de oro al Festival manzanreño con “Bufonadas”, un espectacular pasacalle compuesto por alocados e histriónicos personajes del medievo que llenaron de colorido y vistosidad las calles de Manzanares desde Empedrada hasta el Paseo Príncipe de Asturias.
La puesta en escena cuenta con variopintos y llamativos elementos como la música procedente de su “caja de sorpresas”, un vistoso carromato portando un impresionante hinchable, zancos saltadores, pirotecnia, confeti, burlas y bromas, bailes y juegos con los que consiguieron arrastrar tras de sí a un nutrido grupo de personas de todas las edades y convirtiendo el itinerario en una auténtica fiesta.
Marta Nieto-Sandoval, presidenta de “Lazarillo” TCE, se mostró muy contenta con el desarrollo del Festival en su conjunto, especialmente por el contenido de la programación de la que cumplió con sus expectativas. En este sentido, sin destacar ninguna propuesta sobre las demás, dijo que el público valoró gratamente la actuación de Natalia Millán en el montaje “Cinco horas con Mario”.
Aunque incidió en la idoneidad de celebrar el Festival manzanareño en el mes de junio, y se mostró satisfecha con la respuesta del público en general, la presidenta de Lazarillo hizo autocrítica del trabajo de la organización y reconoció que ha habido desaciertos como la distribución de los horarios. En este sentido, Nieto-Sandoval manifestó que tras el Festival se realizará una valoración de los errores para buscar sus causas y subsanarlos para la próxima edición del FITC “Lazarillo”.
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