viernes, 25 de marzo de 2011
El Ayuntamiento pone en marcha una campaña informativa sobre esterilización de mascotas
La Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Manzanares ha puesto en marcha una campaña informativa sobre esterilización de mascotas. El veterinario Agustín Sánchez-Gil analiza “los pros y los contras” de esta intervención, que aumenta la esperanza de vida y mejora la sociabilidad del animal.
Miles de animales no deseados nacen cada año, siendo abandonados en la calle o en las puertas de las protectoras de animales, en el mejor de los casos. Por este motivo, la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Manzanares, en colaboración con el Foro Ciudadano de la Agenda 21 Local, está realizando una campaña informativa sobre la conveniencia de esterilizar a perros y gatos.
Agustín Sánchez-Gil, veterinario colegiado, opina que se trata de una decisión que han de tomar los dueños en libertad, pero con “buena información”. Para ello, deberían preguntarse si desean tener descendencia de su mascota y, en caso afirmativo, si se tiene garantizado un hogar con propietarios adecuados para los cachorros. Si estos aspectos no están claros, el veterinario recomienda evaluar las ventajas e inconvenientes que supone la esterilización.
Entre las ventajas de esta intervención, cabría destacar que aumenta la esperanza de vida, mejora el comportamiento y sociabilidad, y evita el nacimiento de animales no deseados. Además, tiene otros aspectos positivos, como que reduce el marcaje con orina, se evita la transmisión de enfermedades venéreas, influye positivamente en las afecciones de próstata, reduce la agresividad hacia otros machos y el riesgo de escapadas. En el caso de las hembras, elimina el celo, se evitan los riesgos del parto y desaparecen la ansiedad y otros cambios de conducta provocados por él.
Los principales inconvenientes se localizan en la operación en sí, por el riesgo de someter al animal a una operación quirúrgica y el gasto económico que supone. Esto, sumado a la tendencia de los propietarios a atribuir sentimientos humanos a las mascotas, que éstas no tienen, hace que muchas personas no se decidan a esterilizar a sus animales.
Sánchez-Gil apunta que los riesgos en animales jóvenes y sanos son muy bajos. En los machos se trata de una cirugía muy sencilla, realizada con tranquilización y anestesia local, que consiste en la extirpación de ambos testículos. El animal requiere muy pocos cuidados postoperatorios y el animal hace su vida normal desde ese mismo día. En las hembras, la intervención es algo más delicada, ya que consiste en la extracción de ambos ovarios y el útero, y requiere de anestesia general. Precisa más cuidados postoperatorios, pero el animal puede regresar a su casa con normalidad el día de la operación. El riesgo reside al retirarse los puntos o por posibles infecciones, pero en ocho o diez días, el animal se ha recuperado.
El veterinario también despeja algunas dudas sobre este asunto, como la tendencia a pensar que la esterilización hace engordar a las mascotas. Sánchez-Gil aclara que al castrar a un animal los requerimientos nutricionales bajan, por lo que va a necesitar una cantidad menor de alimento o habrá que darles piensos con menores aportes energéticos. Por tanto, si continuamos dándole una misma dieta, el animal ganará peso, pero el problema no es la esterilización en sí misma, sino una alimentación inadecuada después de ella.
Así mismo, explica que no hay ninguna evidencia científica que avale la hipótesis de que esta intervención afecte psicológicamente a los animales. Aunque sí al contrario, ya que evita comportamientos agresivos y nerviosos. Tampoco resulta necesario para el desarrollo normal de perros y gatos que se reproduzcan, y cruzarlos no evita ningún problema de salud. Pero la gestación supone un riesgo para la madre, por los riesgos del parto y la cría de la camada.
Por último, Agustín Sánchez-Gil señala que en los países del norte de Europa y Norteamérica la castración, tanto en machos como en hembras, es una práctica habitual. Pero en los países Mediterráneos estamos menos concienciados con este asunto. El veterinario resalta que no se debe humanizar a los animales y que hay que tener muy presentes las ventajas de esta intervención.
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