“Fantasía en Negro” fomentó la educación en valores

La compañía Fantasía en Negro presentó el sábado, en el Gran Teatro de Manzanares, el montaje familiar “La aventura peligrosa de una vocal presuntuosa”. En la obra, realizada con la técnica de la luz negra, se puso de manifiesto la importancia de la solidaridad, el compañerismo y la amistad. Grandes y pequeños disfrutaron con su puesta en escena.

La programación cultural de enero en el Gran Teatro se inició el sábado, 15 de enero, con la puesta en escena de un espectáculo infantil y familiar. La compañía burgalesa “Fantasía en Negro” representó un original montaje titulado “La aventura peligrosa de una vocal presuntuosa”.

Esta pieza, escrita por Angelina Gatell y dirigida por Víctor Morquillas, se trata de un cuento en el que las protagonistas son las vocales, que tienen que soportar la vanidad de la letra A.

La compañía “Fantasía en Negro” puso de relieve la importancia de la solidaridad, el compañerismo y la igualdad, porque el espectáculo narraba que la presuntuosa y engreída A se acaba dando cuenta, después de tener que sufrir muchas penalidades, de que todas las vocales son necesarias, que ninguna es más importante que otra, que la amistad y la solidaridad son valores que nos benefician a todos y todas.

Además, este cuento de Angelina Gatell, adaptado al teatro, constituye un valioso instrumento en manos del profesorado y padres y madres, a fin de educar deleitando. Como cuento infantil se ciñe perfectamente a la característica fundamental que deben tener todos ellos, narrar una historia cercana al mundo de los niños y niñas. Pero en este caso, se trata de una historia que pertenece también al mundo de la escuela, al referirse al aprendizaje de la lengua española, comenzando por los elementos más simples de las palabras, a la par que fundamentales, las vocales.

La obra estuvo realizada en su totalidad mediante la técnica de luz negra. Una herramienta que envolvió al público infantil, en la magia de las palabras y la música. El objetivo de la compañía fue incidir en determinados aspectos de la personalidad de los niños.

Además, con esta herramienta, las vistosas y coloridas marionetas de la compañía burgalesa, manipuladas por cinco actores, parecían tener vida propia.

Al final de la representación, los niños y niñas que acudieron a ella, pudieron tocar las marionetas, ya que algunos de sus actores les permitieron acercarse a ellas.