El Gran Teatro de Manzanares contó en la noche del sábado con la representación de “Casa de Muñecas”. La compañía Teatro de la Danza ofreció esta obra clásica del dramaturgo noruego Henrik Ibsen, protagonizada por Silvia Marsó y Roberto Álvarez. En ella, se pone de manifiesto el papel de la mujer en la Escandinavia del siglo XIX.
En la noche del sábado, se representó, sobre el escenario del Gran Teatro de Manzanares la conocida obra de Henrik Ibsen “Casa de Muñecas”, dentro de la programación de otoño de la Red de Teatros de Castilla-La Mancha y del área de Cultura del Ayuntamiento de la localidad.
La compañía madrileña Teatro de la Danza ofreció este clásico del dramaturgo noruego que, durante más de dos horas, introdujo al público en lo más profundo de la sociedad escandinava del siglo XIX.
Adaptada y dirigida por Amelia Ochandiano, esta nueva revisión de la obra maestra de Ibsen, se estrenó el pasado mes de febrero en el Teatro “Lope de Vega” de Sevilla y cuenta con un reparto, formado por nombres tan reconocidos como Silvia Marsó, Roberto Álvarez, Rosa Manteiga, Pedro Miguel Martínez, Francesc Albiol o Mamen Godoy.
“Casa de muñecas” muestra el viaje interior de una mujer, hasta toparse con la fragilidad del paraíso en el que cree vivir. Nora, la protagonista, representa una mujer nueva, que busca la dignidad como ser humano, como un primer paso para construir una verdadera relación con su marido.
La obra nos habla, a través de unos personajes complejos y fascinantes, de temas como el amor, la renuncia, los fracasos, la mentira, el orgullo, la arbitrariedad de la justicia y, sobre todo, de las complejas relaciones entre hombres y mujeres. Los personajes, llenos de matices, comparten un mismo espacio, pero defienden sus intereses con gran determinación, aunque en soledad, encerrados en un hogar ficticio, en una “casa de muñecas”.
Estrenada en Copenhague, en 1879, fue la primera obra dramática del noruego Ibsen que causó sensación, siendo en la actualidad quizá su obra más famosa y de lectura obligatoria en muchas escuelas y universidades. Cuando se publicó, a finales del siglo XIX generó gran controversia, ya que critica fuertemente sociedad de la época y es considerada por muchos como la primera obra teatral de corte feminista, que además contiene todos los elementos necesarios para embarcarse en una aventura llena de retos y sorpresas.
Aunque Nora sea uno de los personajes femeninos con más aristas dentro de la función y mayor amplitud de registros de la literatura dramática, también es cierto que, a medida que pasan los años, los personajes que la rodean adquieren más peso y el dilema moral, el conflicto interno que se debate dentro de cada uno de ellos, está cada día más vigente.
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