Internos de Herrera de La Mancha muestran su arte a través de una exposición

La Biblioteca Municipal “Lope de Vega” acoge hasta el 28 de septiembre una exposición pictórica con obras realizadas por un grupo de internos de Herrera de La Mancha”. Voluntarios de Cáritas, guiados por el artista Eduardo Medina, han hecho posible que estas personas sean conocidas “un poco más” gracias a la muestra “Desde fuera hacia dentro”. “Se juzgan las conductas delictivas, pero no a las personas”, señalan los organizadores.

Bajo el nombre “Desde fuera hacia dentro”, Cáritas Interparroquial de Manzanares promueve la exposición pictórica que se puede ver estos días en la biblioteca “Lope de Vega”, en la que internos de la cárcel de Herrera de La Mancha muestran su vena artística. Según Vanesa Martín, trabajadora social de la Pastoral Penitenciaria, con la exposición quieren acercar “una realidad cercana como es el Centro Penitenciario a la ciudadanía de Manzanares”.

A raíz de las XX Jornadas de Sensibilización que Cáritas dedicó al mundo penitenciario, se formaron voluntarios que, tras una formación previa, han trabajado como monitores de pintura en la prisión de Herrera de La Mancha. El joven, Eduardo Medina, licenciado en Bellas Artes, junto a Pablo Rodríguez y Juan Doctor, decidieron crear un taller de iniciación a la pintura que ha dado sus frutos en forma de exposición en la bilbioteca municipal “Lope de Vega”.

La trabajadora social manifestó que la muestra es el resultado de un trabajo compartido entre voluntarios e internos. Añadió que la misión de la Pastoral Penitenciaria es creer en la persona presa y sus potencialidades, “ayudando a descubrirlas y despertar su autoestima, dejando a un lado la distinción entre buenos y malos, sin olvidar que se juzgan las conductas delictivas, no a las personas”.

Por su parte, Eduardo Medina, director del taller de iniciación a la pintura, se mostró muy satisfecho con el resultado del mismo. Dijo que la labor de voluntariado que ha realizado en Herrera de La Mancha le ha servido para conocer a estas personas que están privadas de libertad y, sobre todo, para quitarse perjuicios y estereotipos.

Añadió que el curso de iniciación a la pintura en Herrera de La Mancha se realizaba un vez a la semana. Señaló que los participantes tenían un nivel desigual ya que algunos de ellos no habían pintado nunca. En cuanto a las técnicas, explicó que al no ser muy larga su duración no han tenido tiempo en profundizar, pero se han familiarizado con el carboncillo y pastel, entre otras, elaborando desde bodegones hasta paisajes.

La revista que los internos de Herrera de La Mancha realizan incluye en una de sus secciones, titulada “El trazo de la libertad”, un artículo dedicado a la exposición. Señalan que gracias a la labor del voluntariado y de la trabajadora social han tenido muchas facilidades para realizarlo. “Para nosotros, los alumnos de este curso, solo hubo un pero, el que teníamos que esperar toda una semana, entre clase y clase, y que duraba una hora y media escasa. Durante todo este tiempo se producía una especie de ansiedad que no podía ser saciada, nunca había tiempo suficiente para ello”, escriben los participantes en la revista.