miércoles, 21 de julio de 2010

Ocho orejas en la primera corrida de feria

Ocho orejas cortadas y puerta grande para la terna y mayoral es el balance de la primera corrida de la feria de Manzanares. Se lidiaron seis toros de Carlos Núñez, de justa presentación pero que permitieron el éxito de los toreros. Rivera Ordóñez cortó dos orejas al cuarto, El Cid desorejó a los de su lote y Miguel Ángel Perera cortó una a cada uno de sus toros. La plaza registró media entrada en tarde de mucho calor.

Francisco Rivera Ordóñez no pudo acompañar a hombros a sus compañeros de cartel por ser atendido en la enfermería de una molestia en el muslo derecho de la que se aquejó tras poner un par de banderillas al violín en el cuarto de la tarde. En el primer toro solo llegó a los tendidos con las banderillas que el público le obligó a poner. Mató de estocada casi entera tras un pinchazo y saludó desde el tercio. Con el cuarto aprovechó el buen ambiente entre el público tras volver a banderillear y, a pesar de cojear ostensiblemente, se arrimó al toro y desarrolló la faena junto a tablas. Gran estocada que hizo rodar al toro sin puntilla y el generoso público le concedió dos orejas.

Manuel Jesús “El Cid” fue el gran triunfador de la tarde tras cortar cuatro orejas. En su debut en la histórica plaza de Manzanares estuvo con muchas ganas. Al segundo lo recibió con buenos lances saliendo a los medios y provocando los primeros olés fuertes de la tarde. En el último tercio dio una lección de temple por ambos pitones y tandas en redondo ante un público entregado. Media estocada fue suficiente para cortarle las orejas. En el quinto volvió a levantar al respetable con el percal en los medios, donde se gustó en un quite por chicuelinas. Con la franela siguió “enchufado” y bajando la mano al de Carlos Núñez, al que, tras un pinchazo, mató de estocada entera con la que el toro rodó sin puntilla.

Miguel Ángel Perera se sacó la espina de su actuación de hace dos años en esta plaza. El tercero fue de menos a más y el extremeño fue construyendo una gran faena que tuvo sus mejores momentos por el pitón izquierdo. Después de un pinchazo y una estocada entera cortó una oreja. Con el que cerró plaza fue a por todas. Lo recibió a pues juntos ante el clamor popular. Con la muleta también clavó los pies en el albero y el público terminó de entregarse. Por ambos pitones el toro tuvo mucho recorrido y Perera sacó jugo al sexto. A pesar de pinchar dos veces antes de una estocada entera, el público le recompensó con una oreja.

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