martes, 5 de enero de 2010

“Los dos ojos tapados en la Fábrica de Harinas hubieran hecho muy poco”, según el Servicio Técnico Municipal



El Jefe de Servicio Técnico del Ayuntamiento de Manzanares, José Morell Camarena, señala en un informe sobre los problemas surgidos en el río Azuer que los dos ojos de puente tapados a la altura de la fábrica de harinas para evitar que el agua llegue al tramo entubado de río que discurre bajo los Paseos Príncipe de Asturias “muy poco hubieran hecho -en caso de estar abiertos- ante los caudales que está llevando actualmente”.

Este informe, del que dio cuenta ante los medios de comunicación la concejala de Obras y Protección Civil, Beatriz Torres, explica que a pesar de que las lluvias que vienen produciéndose desde mediados de diciembre son totalmente inusuales, “no por ello se han producido inundaciones causadas por el desbordamiento del río”. José Morell añade que el Ayuntamiento, durante estos últimos años, “ha ido mejorando el cauce del río Azuer para evitar dicho desbordamiento”.

De hecho, explica que toda la zona conocida como la “Isla Verde” ha quedado protegida de las aguas y todo el bulevar está muy por encima del nivel máximo que pueda alcanzar el río. Incluso las calles de las urbanizaciones nuevas también están suficientemente elevadas, añade el informe, por lo que dice que tendría que producirse una catástrofe para que el agua del río llegara a invadir las plantas bajas de las edificaciones, según se indica en el mismo.

Así mismo, apunta que otra cosa diferente son los sótanos que están por debajo del nivel freático de las aguas que discurran por el río en un momento determinado. El Jefe del Servicio Técnico Municipal dice que queda claro que se pueden hacer sótanos, “pero que han de construirse bien para evitar filtraciones”.

En referencia al tramo de río entubado por los Paseos Príncipe de Asturias, el informe redactado por José Morell hace saber que los dos ojos tapados en la Fábrica de Harinas “muy poco hubieran hecho ante los caudales que está llevando actualmente el río, pues dan a una tubería de un metro de diámetro, lo que no hubiera quitado ni cinco centímetros de altura del nivel del canal, si es que hubieran llegado a quitar algo”.

Morell explica que ante las reiteradas inundaciones que sufría la Avenida de Cristóbal Colón, se decidió que los imbornales de dicha calle desaguaran directamente a la tubería que circula bajo los Paseos del Río. “Es evidente que para que funcione perfectamente esta solución, que de hecho ha funcionado porque no ha habido ningún problema desde que se ejecutaron las obras, es necesario que la tubería a la que han de verter los imbornales debe estar libre de agua, porque en caso contrario habríamos agravado el problema ya que la calle no habría podido desaguar de ninguna manera, inundándose una gran parte de viviendas que dan a esa avenida, no porque entrara agua por los sótanos, sino porque entraría directamente por las puertas”, añade el informe técnico.

Para que desagüen convenientemente los imbornales de la Avenida de Cristóbal Colón, se acometieron a dicha tubería a media altura, “porque si desaguaran a la parte superior del tubo irían prácticamente sin pendiente”. Eso quiere decir, según Morell, que si dicha tubería se pusiera en carga, sería incapaz de absorber el agua de lluvia de dichos imbornales con el consiguiente peligro para las viviendas de la avenida.

En el informe técnico consta que lo que debe evitar el Ayuntamiento es que se inunden las viviendas por la entrada de agua desde la calle, “porque si entrara por los sótanos es evidente que estamos ante un caso de mala solución constructiva o mala ejecución de las obras”, en opinión de José Morell.

Añade el informe que si el sótano está bien hecho debe ser impermeable, ya que el nivel freático puede subir en ciertos momentos como ha sucedido ahora, o bien que se encuentre muy somero, como sucede en los edificios situados en las riveras de ciudades llanas con río, como por ejemplo Sevilla.

Del mismo modo, apunta el informe, que la tubería que desagua la urbanización del Área de Reparto 7, que discurre por el puente peatonal nuevo sobre el canal y luego por la calle del Área de Reparto 6 que va paralela al canal, “cortaba necesariamente la mayor parte de la tubería de los Paseos del Río, por lo que al preguntar los promotores si se podían tapar los ojos, se les dijo que no había inconveniente, ya que los iba a cegar a continuación el Ayuntamiento por lo expuesto anteriormente”, según el informe redactado por el Jefe del Servicio Técnico Municipal, José Morell Camarena.

Protección Civil estuvo en alerta desde el día 23

Por otro lado, la concejala de Obras y Protección Civil, Beatriz Torres López, dio a conocer otro informe del Jefe de la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil de Manzanares, Miguel Ángel Rodríguez, en el que consta que este cuerpo estuvo en alerta desde el día 23 y continúa hasta el día de la fecha con motivo de las crecidas del Azuer.

Según este otro informe, Protección Civil ha estado en permanente contacto con la concejalía de Protección Civil, con Policía Local, Guardia Civil, Emergencia 10006, 112, coordinador provincial de Protección Civil y con agrupaciones de voluntarios de otras poblaciones.

El informe explica que el día 24 de diciembre, la concejalía de Protección Civil movilizó a la Agrupación por la activación del Plan de Emergencia por la crecida del río. Además de la labor de control del cauce, Protección Civil informó a los vecinos afectados de lo que ocurría, “información que también daba la Policía Local y Guardia Civil así como consejos para paliar los posibles daños”.

Protección Civil añade que desde el 25 de diciembre hasta el 2 de enero se ha estado en permanente contacto con los vecinos de las zonas afectadas, procediendo a achicar agua en cocheras de “Las Quinterías” y urbanización Vega del Azuer, entre otras, “que se habían inundado no por el desbordamiento del río, sino porque brotaba agua a través de suelos y paredes, y por los propios desagües de agua llovida”.

El Jefe de Protección Civil añade en su informe que el día 31 de diciembre, ante la nueva y más importante crecida, se repitió la actuación y se colaboró con los bomberos en el achique de agua de sótanos. Del mismo modo aclara que se informó de la crecida a los vecinos de la zona, junto a la Policía Local, y se les comunicó la propuesta del Ayuntamiento de hospedarse en un hotel. “Esta cuestión no fue solicitada en ningún momento por los vecinos por no querer abandonar sus casas ya que la crecida del río no ofrecía ningún peligro para ellos y porque los problemas desagua eran por filtraciones a través de suelos y paredes”, añade el informe.

Por último destaca que desde el día 4 volvió a activarse la alerta por nuevas crecidas a indicación de la concejala de Protección Civil.

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