viernes, 4 de septiembre de 2009

Manzanares, una alternativa de turismo de interior

VER VIDEO: http://www.youtube.com/watch?v=3jzqqp7S7q4

Manzanares, enclave privilegiado en el centro de La Mancha, es una excelente alternativa de turismo de interior, para quienes opten por este tipo de vacaciones. En la ciudad se entremezclan historia y modernidad, tradiciones y tendencias actuales a partes iguales, ofreciendo al viajero un destino plagado de contrastes al alcance de la mano.

Manzanares se presenta como una encrucijada en el corazón de La Mancha. La ciudad, con una población 19.000 habitantes, posee una inmejorable situación geográfica que, desde tiempos inmemoriales, le ha concedido un lugar relevante dentro de la región. En la actualidad, confluyen en ella dos autovías de gran importancia. Una de ellas, la A-IV, es el eje vertebrador que une la capital de España con el sur del país. La otra, la A-43, se prevé que se convierta en el eje este-oeste de la Península. Por el momento, ofrece una excelente comunicación con la capital de la provincia, Ciudad Real, de la que apenas dista temporalmente en media hora (55 Km). Otra de las mejores maneras de acceder a Manzanares es su línea de ferrocarril, que parte desde Madrid, Barcelona, Andalucía, Valencia y Extremadura.

La ciudad manchega es el resultado de una Historia que se pierde en la noche de los tiempos. Por ella pasaron distintas calzadas romanas, pastos medievales de la Mesta y está atravesada por la Cañada Real. Perteneciente a las Órdenes de Santiago y, definitivamente, de Calatrava. En sus calles, se denota esta rica Historia de moros y cristianos, personajes renacentistas buscando posada, soldados franceses y librepensadores.

Manzanares, uno de los enclaves destacados de la Ruta del Quijote, alberga algunos monumentos característicos, que no pueden dejar de visitarse. La Plaza de la Constitución, de aires coloniales y salpicada de palmeras washingtonias, es el centro neurálgico del casco antiguo de la ciudad. En sus soportales se encuentra el Ayuntamiento, de fachada curva y elevado sobre un sotoalto. Fue erigido en 1920, siendo ideado por Telmo Sánchez. Frente a él, la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción completa el conjunto de esta formidable plaza. El edificio, que con el devenir de los años ha sufrido diversas remodelaciones, data en origen del siglo XIII. Sin duda, sus pórticos, románico y renacentista, le valieron la declaración de Bien de Interés Cultural en 1991.

En el casco antiguo encontramos también otros edificios de interés singular, como las ermitas de San Antón, del s. XVI, pero restaurada en el s. XVIII, y San Blas, de origen incierto y reconstruida en 1847. La ermita de la Veracruz, alberga destacadas muestras de imaginería religiosa. Destaca, sin lugar a dudas, la imagen de Nuestro Padre Jesús de Perdón. En esta ermita se encuentra la Cripta-Museo. En ella se conservan una Piedad, donada por el artista Juan Sánchez, y un pequeño Niño de Pasión de madera policromada y autor desconocido. También puede contemplarse en ella el fajín del general Sebastián, que el oficial francés le ciñó a Jesús del Perdón en el histórico episodio que vivió la ciudad en plena Guerra de la Independencia.

En la calle Virgen del Carmen, salen a nuestro encuentro dos edificios dignos de destacarse: la Casa del Marqués de Salinas y el Centro Cultural “Ciega de Manzanares”, que es sede diversas asociaciones culturales y en cuyos sótanos puede contemplarse el Museo “Manuel Piña”, con obras del modisto manzanareño.

El castillo de Pilas Bonas, recientemente reconstruido, data del siglo XIII. En él, sobresale la Torre del Homenaje (1239). Este castillo, fortín de la Orden de Calatrava, se encuentra actualmente abierto al público, convertido en un establecimiento hostelero, y está situado en la Plaza de San Blas.

En la entrada sur de la ciudad se alza otro edificio emblemático, la antigua Fábrica de Harinas, edificio de estilo ecléctico-historicista, construido a principios del siglo XX. Muy próxima a ella se encuentra la Plaza de Toros, de la misma época.

En una de las plazas más modernistas de la ciudad se encuentra el Gran Teatro, referencia artística y cultural de Manzanares. El edificio actual es una copia casi idéntica del anterior teatro de principios del siglo XX, que fue derribado en los años setenta, aunque su interior se ha diseñado para obtener una funcionalidad excelente.

Sin duda, Manzanares presenta una frenética actividad cultural, que no descansa en ningún momento del año. Incluso en el mes de agosto se celebra uno de los eventos artísticos más destacados de la ciudad, el Festival Internacional de Teatro Contemporáneo de Lazarillo.

En Manzanares podemos disfrutar de una amplia oferta hostelera, donde degustar platos originales o típicos, refrescarnos tras la curiosa visita por sus calles o disfrutar con un buen vino de la tierra. También, como los viajeros que antaño atravesaban este cruce de caminos, podemos encontrar posada en alguno de sus acogedores hostales y hoteles.

Toda la información para visitar la ciudad se encuentra en http://www.manzanares.es/.

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